Salud en Casa.- Los niños regresan a la escuela y qué importante es armar una lonchera saludable pero que sea simple al prepararla, además agradable y sobre todo barata para el bolsillo de los padres. La nutricionista Claudia Agüero nos enseña a conocer que alimentos y combinaciones debemos hacer para que reciban todos los nutrientes que necesitan.
“En primer lugar, decirle a los padres que una lonchera no remplaza ni el desayuno ni el almuerzo del niño”, asegura la nutricionista.
La especialista, señala que la lonchera saludable es un complemento de la dieta diaria, que brinda energía para realizar actividades y te hace sentir bien, además establece adecuados hábitos alimenticios, promueve una mayor atención en clases y hasta previene enfermedades.
“La lonchera ideal debe incluir alimentos ricos en proteínas y de bajo costo como el huevo en sus diferentes presentaciones (cocido, revuelto, frito y en tortilla) para fortalecer la memoria y carbohidratos como la papa y el camote sancochado. Las cremas de puré de garbanzos (hummus) o la mantequilla de maní, almendras o de cashew, que sustituyen a la proteína de origen animal; por otro lado, el pollo y el pavo en brochetas, deshilachados o incluidos en saltados de verduras”, dijo Claudia Agüero.
Precisa además, que un producto sin octógono no significa que su composición nutricional sea la óptima para los niños pues a pesar de contener concentraciones menores de azúcar, grasas y sal, contienen colorantes, persevantes y demás sustancias que no pueden formar parte de una vida saludable, en este grupo consideramos a los embutidos, galletas de soda o vainilla, jugos de caja y yogures.
La experta en nutrición advierte que no se debe enviar alimentos ultra procesados (galletas, papas de bolsa, embutidos, etc.). Consumir snack saludables como frutos secos, canchita bajo en sal, frutos secos, fruta deshidratada, zanahoria en palitos” son la mejor opción. Siempre acompañado de una fruta, como las uvas, pera, manzana o sandía cortada; un rico emoliente, refresco de quinua, manzana o piña con una cucharadita de linaza o simplemente agua pura, refiere.
Finalmente, apunta que una buena alimentación en la época escolar disminuirá los índices de diabetes y obesidad desde la niñez. Asimismo, exhorta a los maestros supervisar los kioskos de los centros educativos para evitar alimentos ultra procesados y evitar guiarse de la publicidad que muchas veces es engañosa. Leer la etiqueta de los productos debe practicarse en los padres de familia.