Salud en Casa.- El último viernes un niño de 11 años en México, aficionado a los videojuegos, desató el terror en su colegio al imitar alguna de las fantasías en las que se sumergía cuando estaba frente a la pantalla. Llevó dos armas de fuego con las que mató a su profesora, hirió a otro maestro y a cinco compañeros.
La periodista mexicana Gabriela Vargas opinó que el videojuego “solo fue un detonante de la violencia generalizada que se vive en el estado de Coahuila, uno de los más violentos de México, y la falta de comunicación que existe en las familias del mundo”.
Dijo a Perú21 que en su nación la adicción a los videojuegos es una creciente realidad. Esta situación no es ajena al Perú donde la cifra de atención a esta patología también va en preocupante aumento.
Las estadísticas del Ministerio de Salud revelan que en 2018, a nivel nacional, se atendieron 2,233 casos. La cifra aumentó significativamente en 2019, con 3,099 atenciones en los diferentes centros de salud del sector público. En 2009 solo se registraron 427 casos.
Según el Minsa, de los atendidos el año pasado, 1,051 pacientes fueron adolescentes de entre 12 y 17 años, siendo así la población más afectada por la adicción a los videojuegos. Tenga en cuenta que estas cifras solo corresponden a las atenciones en los centros médicos del Estado y no consideran los casos que puedan estarse tratando con especialistas privados.
FALTA DE AFECTO
El director de Salud Mental del Minsa, Carlos Bromley, explicó que los pacientes que presentan esta patología, comparten un perfil similar.
“Estas personas tienen carencias afectivas y algunos vienen de familias disfuncionales, esto les genera falta de autoestima. Necesitan sentirse bien y lo hacen involucrándose en los videojuegos en línea para ser reconocidos dentro de un grupo”, manifestó a este diario. Indicó que el impacto sobre estos adolescentes es que “dejan de cumplir sus funciones académicas, repiten el año e, incluso, se alejan de la familia”.
Recalcó que los pacientes adictos a los videojuegos presentan angustia, irritabilidad, agresividad y el cambio de humor.
ROL DE LA FAMILIA
Victoria Ángeles, jefa de la Dirección de Adicciones del Instituto Nacional de Salud Mental, recomendó a los padres tener una mayor supervisión de sus hijos. “Hoy los padres le dan el celular a los niños para que estén entretenidos, pero no son conscientes de los riesgos. Si la familia no cumple su rol, las consecuencias son negativas”, advirtió.
Bromley exhortó a fortalecer la comunicación con sus hijos y dedicar más tiempo con ellos.
SABÍA QUE
- De acuerdo a un informe de Cedro, en 2019 atendieron 160 casos de jóvenes (de 20 a 22 años) con problemas de adicción a los videojuegos. El 85% fueron varones y el 15%, mujeres. Los juegos más frecuentes son de guerra y de aventura.
- “Estas personas tienen carencias emocionales, afectivas y comparten una frustración familiar”, refiere Carlos Bromley, Director de Salud Mental del Minsa