Salud en Casa.-Por lo general, el ciclo menstrual femenino se extiende entre 25 y 36 días. Si el ciclo es más largo, más corto o variable en cada ocasión (más de cuatro días de diferencia) estamos ante un ciclo irregular. Los sangrados abundantes o las reglas que duran más de una semana también son indicadores de trastornos en el ciclo.
Sin embargo, no debes alarmarte, tener ciclos irregulares no significa que seas estéril, pero sí puedes presentar dificultades a la hora de querer quedar embarazada dado que estas irregularidades hacen que no se produzca ovulación y en consecuencia no se puede conseguir un embarazo de forma natural.
Si este fuera el caso será el especialista quien te ayudará a encontrar el origen de las anomalías y tomará medidas necesarias para regular tu ciclo. Muchas veces esto es suficiente para cumplir el sueño de formar una familia. En caso los resultados no sean los esperados el avance de la ciencia y la tecnología podrán ayudarte a cumplir el objetivo a través de la fecundación asistida.
Otro tema al que debes tomar en cuenta si tienes ciclos irregulares, es que los retrasos en la regla no siempre serán indicio de que estés embarazada y deberás prestar atención a otros síntomas como la aparición de náuseas, el crecimiento de los senos o el cansancio excesivo, si las dudas persisten debes realizarte una prueba de embarazo.
En ese sentido, con la ovulación sucede lo mismo, ya que no podrás calcular con exactitud cuáles son tus días más fértiles y deberás estar atenta a las “señales” que envía tu cuerpo como por ejemplo; modificación del flujo vaginal, dolor en los senos, bajo vientre o el aumento de la temperatura basal.
“Intentar quedar embarazada de forma natural es la mejor opción pero, si no se logra en un año, lo aconsejable es acudir a un especialista para que te evalúe y sea él quien decida cuál es el tratamiento más adecuado para que puedas cumplir el sueño de convertirte en madre” dijo Luis Noriega Hoces, Gerente General de Concebir del Grupo Serprosa.
Principales causas:
Las anomalías en el ciclo menstrual suelen deberse principalmente a desequilibrios en la producción de las hormonas encargadas del control del ciclo ovárico que se producen en la hipófisis y en el hipotálamo (estructuras ubicadas en el cerebro muy relevantes para el ciclo menstrual). En esa línea, algunas patologías como el síndrome de ovarios poliquísticos o las enfermedades de transmisión sexual pueden llegar a originar estos trastornos hormonales, y en otras oportunidades estos se producen por un fallo ovárico. En este caso, el ovario deja de tener el número normal de folículos y de secretar hormonas generando que el ciclo ovárico se acorte y la cantidad de menstruación decrezca hasta desaparecer.
No obstante, también existen problemas externos no asociados al aparato genital como la anemia, diabetes o enfermedades tiroideas que también pueden ser las causantes de ciclos irregulares. También las deportistas de alto rendimiento o las bailarinas, es decir mujeres que cuenten con un porcentaje de grasa corporal muy disminuido también se ven afectadas con trastornos menstruales. Sumado a ello existen otras causas como el estrés, la ansiedad o incluso alteraciones en la vida cotidiana como la realización de un viaje pueden provocar retrasos o adelantos en la menstruación, aunque la mayoría de casos son pasajeros, y el ciclo se normaliza cuando estos factores desaparecen.