Agencia Andina.- El síndrome de Guillain-Barré, que ha motivado la declaratoria de una alerta epidemiológica en la región La Libertad por la ocurrencia de ocho casos, es una enfermedad autoinmune, que tiene tratamiento y no es contagiosa.
Se trata de una enfermedad que compromete los nervios periféricos y las raíces a su salida de la médula espinal y del propio cerebro y produce fundamentalmente debilidad muscular progresiva, que en casos muy severos puede provocar paro respiratorio y arritmias cardiacas o hipertensión.
Así explica esta enfermedad el doctor Hugo Umeres Cáceres, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Cayetano Heredia, quien dijo que su incidencia no es significativa en el país.
"El síndrome se debe a una respuesta inmune del cuerpo ante cualquier virus del ambiente, y enfermedades como el zika, del cual ya se han reportado casos, es decir que si a alguien la ha dado zika, esto le puede atacar el sistema nervioso y responder con inflamación, de tal manera que hará debilidad muscular progresiva", indicó.
Agregó que cuando llega un paciente con una debilidad que afecta primero las piernas y va subiendo por el organismo, se le debe tener en observación por dos semanas y evitar que llegue a las vías respiratorias y cause un paro o que afecte el corazón.
"Algunos pacientes necesitan la asistencia de un ventilador para respirar porque se le paralizan totalmente los músculos de la respiración. Esa complicación se da en casos severos", anotó el galeno a la Agencia Andina.
Este síndrome esta asociado en algunos casos a algunas neoplasias como los linfomas que pueden generar anticuerpos contra los nervios y a algunas vacunas como la antirrábica, que podría tener ese efecto colateral.
También a cirugías mayores como las de tipo cardíaca, en las que el estrés es muy fuerte y podría relacionarse al ataque de un virus.
¿Cómo tratarlo?
El doctor Umeres explicó que existen dos procedimientos para afrontar este problema de salud. El primer se denomina plasmaféresis, que consiste en introducir plasma fresco en el pacientes y sacar el plasma que tiene anticuerpos.
"Es una especie de lavado de la sangre para evitar mayor compromiso de los nervios", dijo.
El segundo es la inmunoglobulina humana, trataminto que bloquea los anticuerpos, pero es sumamente costoso (entre 80,000 y 120,000 soles).
El galeno agregó que esos procedimientos se aplican al paciente para detener el proceso y luego el cuerpo se va recuperando en un tiempo que depende de cuánto ha sido afectado. En algunos casos quedan secuelas y la persona debe usar bastón para caminar.
El tratamiento es una primera etapa. La segunda es la terapia física que se aplica a todos los pacientes, sea cual fuere el nivel de afectación.
Umeres Cáceres aseguró que el síndrome de Guillaín-Barré no es de ninguna manera contagioso y no pasa de persona a persona.