Agencia Andina.-Las mujeres con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) que acuden a consulta externa tienen mucha más incidencia de depresión y ansiedad que los varones con este diagnóstico, según un estudio realizado a 327 pacientes en Lima.
La investigación, publicada en el último número de la revista de Neuro-Psiquiatría de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, evaluó a pacientes con la forma más común de diabetes que acuden a la consulta externa de un hospital general.
Aunque es conocido que la población con DB2 tiene, por lo general, una mayor incidencia de depresión que la población promedio (un 20% según el Instituto Nacional de Salud), el estudio aplicó pruebas para determinar los valores en diferentes grupos poblacionales.
Se evaluó a los pacientes con la Escala de Psicopatología Depresiva y la Escala de Ansiedad de Lima (instrumentos psicológicos de medición) y se halló que el 23,9% del total de pacientes presentó depresión y el 32,9%, ansiedad.
Es decir, la cuarta parte de los pacientes tuvo depresión y, un tercio, ansiedad.
Diferencias entre mujeres y varones
Mientras que el 19,8% de los varones con diabetes mellitus tipo 2 sufre de depresión, el 25,6% de las mujeres lo hace.
Mayor incluso es la diferencia en el caso de la ansiedad: la sufre el 16,7% de los varones con la enfermedad y el 39,9 de las mujeres; es decir, la incidencia en mujeres es más del doble.
Según el estudio, esta diferencia puede deberse a un estilo de vida con mayor tiempo dentro del hogar, que puede conllevar a una menor actividad física y malos hábitos alimenticios. El mismo estudio arroja que el 41,4% de las amas de casa con la enfermedad sufre de ansiedad y el 26,2%, depresión.
Cabe recordar que la diabetes mellitus es la tercera causa de muerte de las mujeres peruanas, según la base de datos de defunciones 1986-2015 publicada el año pasado.
Más resultados
En cuanto a ocupación, la mayor frecuencia de ansiedad se da en los trabajadores dependientes (43,5% con ansiedad y 21,7% de depresión), variable que se relaciona, según las investigaciones citadas en la investigación, con otros problemas vinculados como la pobreza y la dificultad financiera.
Al segmentar por edad, el grupo etario más vulnerable es el los pacientes de entre 11 y 20 años, en donde la tasa de depresión llega al 29,1% y la de ansiedad al 37,5%.
Sin embargo, este grupo arroja una suicidalidad (espectro que abarca desde las ideas y deseos suicidas hasta los intentos reales) de 11,1%, inferior a la de la población de 31 años a más, que alcanza una alarmante tasa de suicidalidad de 14,2%.
La tasa de suicidalidad es de 7,95% en promedio en los pacientes con DM2, un dato preocupante que debe ser tomado en cuenta por los médicos, según el estudio, ya que el diagnóstico genera un severo impacto emocional negativo en los pacientes.
La investigación recomendó finalmente que, ante la elevada frecuencia de pacientes con DM2 sin diagnóstico de ansiedad o depresión, la presencia de estas enfermedades psiquiátricas en estos pacientes sea evaluada mediante tamizajes breves, similares a los aplicados en el estudio, a fin de derivar quienes lo requieran con especialistas en salud mental, como parte de su atención integral, en los centros de salud.