Salud en Casa.- En Perú, la prematuridad es la principal causa de muerte de los recién nacidos y, a la semana 37 del 2019, 1,499 bebés han fallecido por este motivo, lo que representa el 28.92% de los decesos registrados en ese grupo poblacional. Esto ocurre a pesar de que tres cuartas partes de esas muertes podrían prevenirse si se les proporcionaran los cuidados apropiados oportunamente.
Dada la gravedad de esta condición, cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Bebé Prematuro, con el objetivo de rendir homenaje a los pequeños grandes luchadores y recordar los derechos de estos niños nacidos antes de la semana 37 de gestación.
Debido a que su sistema inmunológico está aún en desarrollo, los recién nacidos prematuros son poblaciones de alto riesgo para enfermedades inmunoprevenibles como neumonía, meningitis, tos ferina, entre otras. También son más susceptibles a sufrir complicaciones respiratorias, neurológicas, cardíacas, entre otras.
Aunque a menudo no se identifica el origen, entre las causas más frecuentes del parto prematuro figuran los embarazos múltiples, las infecciones y las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión. Además, en algunos casos, se puede asociar a condiciones genéticas de base.
Por ello, el Dr. Raúl Urquizo, pediatra neonatólogo y decano del Colegio Médico de Lima, considera que es importante extremar los cuidados que se le brindan a los bebés que nacen en esta condición y conocer los cuidados que se le pueden dar a estos pequeños, después de su nacimiento: “No podemos seguir siendo descuidados, debemos fomentar la protección de estos pequeños, pues nacen sin estar preparados para afrontar el mundo. Es nuestro deber como padres y personal de salud resguardar su salud”, apunta el especialista.
En ese sentido, brinda algunos consejos clave para proteger la salud de estos bebés en sus primeras semanas de vida:
1. Aplicar el método madre canguro. También conocido como el contacto piel con piel, es indispensable para mantener seguro y eutérmico al recién nacido. En la mayoría de las unidades de cuidados intensivos neonatal, se anima a los padres a iniciar este contacto antes del alta hospitalaria. El proceso consiste en colocar al bebé en pañales sobre el pecho y con la cabecita de lado, de modo que su oreja se ubique justo encima del corazón de su mamá o papá. Estudios demuestran que esta técnica mejora el vínculo entre padres e hijos, la lactancia materna y la salud del prematuro.
2. Promover la lactancia materna. La leche materna es el mejor alimento para los bebés, incluyendo a aquellos que son prematuros. Si su estado de salud le dificulta succionar el pecho, la madre puede extraerse la leche para alimentarlo a través de una sonda o biberón. Una vez que pueda empezar a amamantarlo directamente, debe hacerlo con frecuencia para aumentar su suministro de leche.
3. Vacunar al bebé y a los adultos que estarán en contacto con él. Los padres suelen pensar que los bebés prematuros son muy frágiles para ser vacunados debido a su bajo peso corporal. Sin embargo, estos niños deben recibir todas las vacunas del calendario establecido cuando tengan las edades recomendadas para cada dosis. Asimismo, se recomienda vacunar a los padres contra enfermedades inmunoprevenibles como la tos ferina que, si bien para los adultos no son graves, pueden ser letales para los pequeños.
4. Establecer una buena comunicación con el personal médico. Una comunicación fluida y clara con el médico beneficiará la salud de los bebés y reducirá la angustia y estrés de los padres con respecto al bienestar de sus hijos. Por eso es tan importante hacer todas las preguntas necesarias al especialista a cargo de atender al pequeño.
LA PREMATURIDAD EN EL MUNDO
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 184 países, la tasa de nacimientos prematuros oscila entre el 5% y el 18% de los recién nacidos.
Se estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros, cifra que está aumentando debido a situaciones como pobreza, embarazo en adolescentes. Otras de las causas pueden ser embarazos múltiples secundarios, el uso de técnicas de fertilidad o el uso de cesárea no justificada, solicitada tanto por el personal médico como por la familia2.