Salud en Cassa.- Según estimaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS), para el 2030 los trastornos mentales serán la principal causa de morbilidad en el mundo . Si bien se le atribuyen a una variedad de factores genéticos y ambientales, un estudio realizado por la Clínica Mayo reveló que la prevalencia de enfermedad mental en sujetos con dolor crónico es más alta que en la población general, alcanzando hasta un 50% para trastornos afectivos, como la depresión y la ansiedad.
Un ejemplo de ello son los pacientes con fibromialgia, quienes presentan una prevalencia que oscila entre el 21% al 80% para trastornos depresivos y entre el 18% al 60% para trastornos de ansiedad .
Al respecto, el Dr. Juan Manuel Orjuela, médico neuropsiquiatra de Khiron Life Sciences Corp, empresa pionera de cannabis medicinal en Latinoamérica, señala que existe evidencia científica que demuestra que la planta medicinal, además de reducir los dolores crónicos asociados a enfermedades oncológicas o por neuropatías, permite aliviar síntomas afectivos asociados a estas condiciones y, de esa manera, mejorar la calidad de vida y aligerar la carga emocional de los pacientes.
En ese sentido, el especialista explica que hay una bidireccionalidad entre el dolor físico y el emocional: a mayor dolor físico, mayor dolor emocional y viceversa. “El cannabis medicinal tiene la gran ventaja de reducir ambos dolores y, por tanto, romper este círculo vicioso tan frecuente en enfermedades como la fibromialgia”, expresa el especialista.
El Dr. Orjuela manifiesta que gracias al “efecto multimodal” que tiene la planta al tratar dolores crónicos, regular el patrón de sueño y disminuir el sufrimiento emocional, es posible reducir el consumo de otros fármacos en el esquema de tratamiento tradicional.
Cabe mencionar que, aproximadamente en el 30% de los casos, los tratamientos para la depresión no son efectivos, por lo que el cannabis se presenta como una alternativa para estos pacientes.
Finalmente, Orjuela indica que el tratamiento de cannabis medicinal es un coadyuvante que no reemplaza a los medicamentos de primera línea y debe ser prescrito por un médico especialista, quién debe evaluar el perfil del paciente para brindar una dosis y administración correcta, con el objetivo de lograr un tratamiento efectivo que permita mejorar la salud y bienestar de las personas.