Salud en Casa.- Puede ocurrirle a cualquiera: una de cada diez personas presenta problemas de aprendizaje y comunicación, debido al procesamiento incorrecto de la información, según un estudio reciente del Centro Nacional para las Discapacidades de Aprendizaje (NCLD), siendo la incapacidad de codificación y decodificación del habla, afasia, apraxia, disartria, dislexia, diprosodia, trastornos mixtos de lenguaje e, incluso, el relacionamiento con otras personas, los principales.
Frente a ello, expertos aseguran que la solución estaría en la estimulación del órgano humano que capta los sonidos: el oído, el cual los transforma en estímulos eléctricos y los transmite al cerebro. Cuando esta transmisión se ve interferida de alguna manera, como sucede en los trastornos mencionados y sin necesidad de una pérdida auditiva, las capacidades de las personas quedan notoriamente reducidas y se agrava el proceso de comunicación y aprendizaje.
Al respecto, Yrene Hernández, educadora especialista en casos de trastornos de aprendizaje y desarrollo, y directora de Brains UP –programa con más de 10 años de experiencia potenciando las habilidades naturales de las personas– comenta: “Existen situaciones de vida que pueden generar bloqueo de ciertos registros sonoros en las personas. Esto limita el funcionamiento del cerebro y lo ubica por debajo de sus verdaderas capacidades. No necesariamente se trata de alguna enfermedad o evento traumático; de hecho, puede sucederle a cualquier persona y por diversos motivos”.
La aplicación de esta estimulación recibe el nombre de Método Tomatis, y ha ayudado a miles de niños y adultos no solo con dificultades de desarrollo psicomotriz, de adaptación al entorno y al aprendizaje, dificultades del lenguaje, dislexia, déficit de atención e integración sensorial, sino también a superar procesos depresivos, aprender idiomas con mayor facilidad, desarrollar mejores habilidades de comunicación y mejorar el proceso creativo en el desempeño del área laboral.
Para acceder al tratamiento, no hay necesidad de tener un diagnóstico. Por ello, es ideal para profesionales, mujeres embarazadas, adultos mayores, estudiantes y hasta niños a parir de los 2 años, para un desarrollo óptimo de las habilidades lingüísticas.