Salud en Casa.- La comunicación familiar tiene una función importante. Es un puente de doble vía que fortalece el vínculo entre padres e hijos y sobre todo ayuda a orientar y expresar adecuadamente emociones y sentimientos. Ayuda a desarrollar la personalidad del niño, confianza en sí mismo y establecer relaciones estables con su entorno.
“Se debe tener en cuenta que para una buena comunicación con los hijos es necesario prestar atención a los gestos, las miradas, contacto físico e incluso silencios; además, es importante saber escuchar ya que una comunicación pobre hacia los niños, se constituye en un modelo que es aprendido, reproducido, y que conduce a relaciones futuras frustrantes, a conflictos y a sentimientos de inutilidad”, señaló Milagros Romero especialista en educación inicial y educación temprana de Apego, el primer centro de acompañamiento y recreación infantil.
Por ello, Milagros Romero brinda recomendaciones para mejorar la comunicación con nuestros hijos, poniendo en práctica consejos educativos y sobre todo creando un clima adecuado que facilite la comunicación:
1. Escucha activa. Este modelo de comunicación transmite la idea de que todas las personas merecen ser tratadas con atención y respeto, ya que se suele brindar el tiempo necesario para poder hablar y escuchar a nuestros hijos. La escucha activa permitirá comprender mejor a tu hijo, al ponerte a su nivel, ser más empático y entender realmente lo que siente, permitiéndote como padre entrar en su universo; convirtiéndolos muchas veces en su confidente y en personas más sensibles y disponibles emocionalmente.
2. Usar reforzadores. Los reforzadores son invitaciones a decir más, señales de que estamos escuchando y ponemos interés, puertas para compartir ideas, sentimientos y pensamientos. Esto generará en los niños la sensación de que sus ideas son importantes y respetamos lo que está diciendo. Para fortalecer la comunicación en familia, los reforzadores deben ofrecerse de forma sincera, ya que los niños suelen notarlo y sentirse engañados.
3. Mensajes firmes. El principal problema de los padres son los reproches o sermones, para los niños es importante al hablar con ellos, utilizar un tono firme que les comunique específicamente que lo que se va decir requiere de toda su atención y que sólo se la diremos una vez. Cada vez que hablemos con ese tono firme, lo más común será que atiendan automáticamente cuando lo escuchen.
4. No imponer. Al momento de comunicarte con tu hijo, no debes imponer o dar opiniones cerradas. Es importante dialogar, hacer preguntas, escuchar los motivos por el que hizo las cosas, esto ayudará a entrar en un clima de confianza y muchas veces evitará las mentiras. Además, evita controlar las situaciones que vive y la mejor manera de ayudarlo ante los conflictos, es hacerlo reflexionar y evitar decir palabras hirientes, ya que esto puede hacerlo sufrir.
Cabe resaltar que, Apego cuenta con especialistas que ayudan a padres y/o cuidadores, a través de programas y talleres vivenciales, a educar y orientar a sus hijos en sus primeros años de vida, así como a promover el desarrollo de sus habilidades y reforzar el vínculo familiar. Para más información, comunicarse al [email protected] o Facebook: @apegorecreacion