Salud en Casa.- Nuestro planeta está cambiando y no para bien. La contaminación de la que somos responsables ha generado alteraciones ambientales como el efecto invernadero, el desgaste de la capa de ozono, el smog, la escasez del agua, entre otros. Muchos son los factores desencadenantes de este problema, sin embargo, muchas mujeres aún no son conscientes del gran porcentaje de desechos que genera su cuerpo durante el periodo menstrual.
Las toallas higiénicas y los tampones son de los residuos más contaminantes del planeta, esto se debe a que no son reciclables y a que su degradación toma un tiempo aproximado de 500 años. Esto desencadena a que en muchos casos estos residuos terminen en vertederos, siendo quemados (generando gases contaminantes) y llegando hasta el océano. En el Perú actualmente no contamos con un manejo de residuos sólidos óptimo por lo cuál existen más de 1500 botaderos de basura que son focos infecciosos para nuestro país.
Una mujer puede llegar a utilizar más de 10 000 toallas higiénicas y tampones durante toda su vida fértil (sin contar los envoltorios de plástico y aplicadores). En el Perú hay alrededor de ocho millones de mujeres en etapa fértil (según INEI 2016), que es casi el 50% de la población de mujeres en el Perú.
¿Te gustaría saber cuánta basura sanitaria aportamos al planeta?
Una mujer aproximadamente menstrúa de 3 a 5 días y en promedio usa 5 toallas por día; eso quiere decir que en un año menstrúa 60 días y en 34 años 2040 días. Si multiplicamos 2040 días por 5 toallas diarias tendremos un resultado de 10,200 toallas higiénicas por cada mujer, y toda la población fértil del Perú consumiría aproximadamente 81 600 000 000 (ochenta y un mil seiscientos millones) de toallas sanitarias.
Si el peso aproximado de una toalla sanitaria es de 5gr. después de su uso, entonces tendríamos 408 000 000 millones de kg. en basura no degradable de toallas menstruales.
El otro 50% de la población de mujeres que no está dentro de la edad fértil, es porque ya la pasó o porque aún no llega a ella. Eso quiere decir que esta cifra se duplicaría si tenemos en cuenta a todas las mujeres de nuestro país. Es decir 816 000 000 millones de kg. en basura menstrual.
¿Qué alternativas tenemos para minimizar estas cifras?
Las toallas higiénicas y los tampones, además de ser dañinos para el medio ambiente también lo son para la salud femenina, esto se debe a que contienen químicos y componentes tóxicos. Sin embargo, existen alternativas mucho más saludables, cómodas, económicas y, sobre todo, eco amigables.
Toallas de Tela: Consiste en reemplazar la clasica toalla higiénica por su versión hechas de fibras naturales de 100% algodón, lo que permite que pueda ser lavada luego de cada uso. La tecnología de esta alternativa permite dejar pasar la humedad manteniendo seca la superficie. Su periodo de duración, según el cuidado que se le de, es de 2 a 4 años.
Copa Menstrual: Es la alternativa más recomendada por los ginecólogos. Una buena copa menstrual como Me Luna está hecha de Elastómero Termoplástico Medicinal (TPE), un material anti alérgico que no contiene látex ni químicos, protegiendo así la flora vaginal. La copa Me Luna es reutilizable y tiene un periodo de duración de hasta 10 años, evitando así generar residuos innecesarios para el medio ambiente. Este producto se inserta en el canal vaginal, igual que un tampón, y una vez lleno se retira, se lava y se coloca nuevamente. Es cómoda de usar, se puede dormir puesta y no es necesario vaciarla tan seguido ya que se puede tener puesto hasta por 10 hrs.
El uso de las toallas de tela o una copa menstrual ayuda a reducir en gran número los desechos sanitarios femeninos, ya que si hacemos el mismo comparativo tendremos que en vez de 10,200 toallas (o 51kg de basura) por mujer solo se usaría 4 copas (0,034 gramos) dentro de los mismos 34 años. Y por las ocho millones de mujeres solo se usaría 256,000 kilogramos de basura que Sİ se puede reciclar.
El cambio está en nosotros y ayudar a preservar el planeta está en nuestras manos. Reduciendo el consumo de productos desechables y comenzando a utilizar productos ecologicos estaremos contribuyendo a formar una sociedad más consciente y empática con la protección de los seres vivos y el medio ambiente.