Salud en Casa.- El Seguro Integral de Salud (SIS) garantiza la protección financiera en salud de los recién nacidos en el país, lo que permite ser atendidos en forma gratuita en más de mil diagnósticos de afecciones, condiciones y/o enfermedades dentro de sus primeros 28 días de vida.
La Jefa del SIS, Doris Lituma Aguirre, explicó que los neonatos están comprendidos dentro del segmento poblacional de 0 a 5 años de edad que, por una norma expresa, tienen derecho a la afiliación directa al SIS Gratuito, y con ello acceso a los servicios de salud en forma permanente, oportuna y de calidad, independientemente de su condición socioeconómica. El único requisito es que ninguno de los padres tenga otro seguro de salud, ya sea público o privado.
Diagnósticos cubiertos
La protección de la salud del menor se da desde que está en el vientre de la madre a través de los controles desde el inicio del embarazo. Lituma Aguirre dijo que es primordial que la madre empiece sus chequeos apenas se entere de su gestación, pues así se podrá detectar si existe algún problema que la afecte o a su niño en formación.
La cobertura financiera comprende además la etapa del alumbramiento y las afecciones que feto o el recién nacido pudiera tener por complicaciones maternas del embarazo, de la placenta, del cordón umbilical, del propio trabajo de parto, etc.
Un neonato que cuenta con SIS tendrá asegurada la atención en caso de traumatismos del nacimiento, trastornos cardiovasculares, enfermedades infecciosas (VIH, sífilis, etc.) y parasitarias congénitas; diversos tipos de hemorragias, malformaciones congénitas del encéfalo, de la médula espinal, de los ojos, del oído, de la cara y del cuello, del corazón, de las arterias, de las venas, del pulmón, del esófago, del sistema digestivo, del riñón; algunos casos de parálisis, dificultades respiratorias, etc.
Igualmente, el SIS cubre deformidades congénitas de la cadera, de los pies, osteomusculares de la cabeza, cara, columna vertebral y tórax, etc. Además, condiciones como Síndrome de Down, hidrocefalia, labio leporino, bajo de peso del neonato, ictericia neonatal, asfixia del nacimiento, convulsiones neonatales, hipotermia e hipertermia, entre otras.