Salud en Casa.- Desde siempre, el hábito de fumar ha causado la muerte de millones de personas alrededor del mundo; sin embargo, hoy en día el consumo del tabaco es visto con total naturalidad en jóvenes, adultos y ancianos, sin pensar que esta acción se lleva la vida de 16 mil peruanos al año, y de 8 millones a nivel mundial, según el Ministerio de Salud (Minsa) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), respectivamente.
Cabe mencionar que el consumo del cigarrillo desarrolla en las personas más de 50 enfermedades, y entre ellas, el riesgo de desarrollar la neumonía adquirida en la comunidad (NAC), enfermedad que no solo se da en los consumidores activos del tabaco, sino también en consumidores pasivos y personas a partir de los 60 años.
“Es importante hablar sobre esta enfermedad, ya que solo en lo que va del año se han reportado más de 38 mil nuevos casos de neumonía en el Perú, y 1,051 muertes, de estos, el gran porcentaje son a causa del consumo prolongado de tabaco. Una de las medidas para protegerse contra la neumonía, además de dejarla de consumir, es la vacunación contra el neumococo”, señaló el Dr. Rubén Huamán, neumólogo
El especialista, quien viene apoyando la campaña “Narradores de Historias” de la ONG Una vida por Dakota, brinda recomendaciones para evitar el desarrollo de la neumonía y así tomar conciencia de las consecuencias de este mal hábito.
PREVENCIÓN
o Dejar de fumar: El tabaco, al ser el principal factor para el desarrollo de esta enfermedad, es fundamental dejar este hábito, ya que abandonarlo, reduce el riesgo de desarrollar la neumonía adquirida en la comunidad (NAC) en un 50% después de los primeros 5 años.
o Vacuna antineumocócica: Vacunarse es uno de los métodos más eficaces para combatir la neumonía por consumo de tabaco. Por ello, se recomienda a las personas mayores de 60 años acudir al centro de salud público más cercano y vacunarse gratuitamente contra la neumonía.
o Higiene bucodental: La higiene bucal también es importante, ya que nos permite prevenir enfermedades, dado que una mala higiene de esta zona se ha asociado al desarrollo de infecciones respiratorias. Incluso se ha demostrado que los fumadores activos tienen mayor concentración de bacterias en la superficie de los dientes.
El tabaco es un importante factor de riesgo para el desarrollo de la neumonía adquirida en la comunidad (NAC), al incrementar la susceptibilidad de contraer una infección bacteriana pulmonar, incluso en fumadores pasivos, sobre todo a partir de los 60 años. El riesgo de desarrollarla disminuye espectacularmente cuando se abandona el tabaco y, a los diez años, después de dejar el hábito tabáquico se sitúa a niveles de no fumadores. Por ello, evitar el tabaquismo y ponerse una vacuna antineumocócica a partir de los 60 años son dos medidas preventivas cruciales para evitar la neumonía comunitaria (NAC), según expuso Jordi Almirall, neumólogo, miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), durante la Reunión de Invierno Conjunta de las Áreas de esta Sociedad científica.
La NAC es una importante causa de morbilidad y mortalidad en los países desarrollados. Su incidencia anual en los adultos de la población general varía entre 1,6 y 13,4 por 1.000 habitantes. El porcentaje de pacientes que requieren hospitalización es alto, ya que se sitúa entre el 22 por ciento y el 51 por ciento de los afectados, mientras que el de mortalidad va del 3 al 24 por ciento, según diferentes estudios.
Factor de riesgo: edad y tabaquismo
La edad es el principal factor de riesgo de NAC, hasta el punto que su incidencia se triplica o cuadruplica a partir de los 65 años. Además, diferentes estudios han demostrado que el tabaquismo, por sí mismo, incrementa el riesgo de neumonía, porque puede alterar la respuesta inmune del organismo frente a los gérmenes potenciales causales de la enfermedad.
No obstante, el riesgo asociado al tabaquismo desaparece cuando se abandona el tabaco y se reduce hasta un 50 por ciento después de cinco años, y drásticamente, al cabo de diez años de abandono tabáquico, hasta prácticamente igualarse el riesgo con el de los no fumadores.
“Tenemos una importante evidencia epidemiológica y científica sobre el efecto del tabaco en la aparición de la neumonía adquirida en la comunidad. Este efecto es estadísticamente significativo, independiente de otros factores de riesgo y se ha visto que hay una relación dosis-respuesta, es decir, cuanto más tiempo se ha fumado y cuantos más cigarrillos se han fumado mayor es este riesgo”, ha explicado Almirall.
El tabaquismo activo también está detrás del desarrollo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la bronquitis crónica, que también son factores de riesgo de la NAC.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas más eficaces para evitar la neumonía son las siguientes:
o Cesación del hábito tabáquico, puesto que es el principal factor de riesgo, por sí solo, de la NAC, así como de otras enfermedades (la bronquitis crónica o la EPOC) que a la vez también son factores de riesgo de NAC. Abandonar el hábito tabáquico reduce el riesgo de NAC un 50 por ciento a los cinco años.
o Recomendación de la vacuna antineumocócica a todos los fumadores activos y pasivos de más de 60 años. También hay sociedades americanas que la recomiendan en personas fumadoras entre los 19 y los 64 años. Actualmente, existen dos vacunas antineumocócicas disponibles, la vacuna de polisacáridos 23-valente y la vacuna conjugada 13-valente.
o Mantener una buena higiene bucodental es clave para evitar la NAC, ya que una pobre higiene oral y las enfermedades periodontales se han asociado con un aumento del desarrollo de infecciones respiratorias. De hecho, los fumadores tienen una mayor colonización subgingival de bacterias: los que fuman menos de 10 cigarrillos al día presentan periodontitis entre 2,5 y 6 veces más que los no fumadores; los que fuman más de 30 cigarrillos al día, de 5,88 veces más; y entre los que dejan de fumar, esta ratio decrece drásticamente y llega a ser de 1.15 después de once años.
o Prevenir las infecciones respiratorias de las vías altas, otro factor de riesgo de la NAC. El tabaquismo también favorece la presencia previa de estas infecciones. La vacuna antigripal puede ayudar a prevenir estas infecciones.