Salud en Casa.- Aunque sus inicios pueden retomarse a las primeras aplicaciones de los principios de la ingeniería a la medicina humana en el Renacimiento europeo, la ingeniería biomédica tuvo un auge en los años 90 con la masificación y avances de la electrónica. Desde entonces, se ha convertido en una de las profesiones más importantes en el desarrollo del avance médico a nivel mundial.
Actualmente, la profesión es reconocida como la #29 entre 200 especialidades en el portal CareerCast donde destacan el amplio campo laboral y niveles de stress bajos. Por otro lado, el ranking Best Jobs de US News US News en su ranking 2019, reconoce que la carrera se encuentra entre las 6 mejores ingenierías y las 30 mejores carreras de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática por sus siglas en inglés) y está incluida entre las 100 mejores carreras del ranking.
Los avances de la IB en el mundo
Gracias a la tecnología, el mundo está desarrollando nuevos proyectos que hasta hace algunos años parecían inimaginables y que cuando estén terminados, podrían cambiar el mundo de la salud para siempre.
Gracias a los avances en la Ingeniería Biomédica, se ha logrado trabajar con robots en diversas salas de operaciones en el mundo. Se tratan de robots que realizan funciones quirúrgicas mínimamente invasivas al interior del paciente. A través de cámaras flexibles, el médico puede ver y controlar los movimientos del robot.
Más avanzado aún resulta la idea de nanobots que pueden regenerar partes del cuerpo desde adentro. Actualmente, existen proyectos que buscan crear robots microscópicos que se puedan inyectar en el cuerpo de una persona para que, en base a Inteligencia Artificial, tengan la posibilidad de regenerar y mejorar músculos, huesos, células dañadas e incluso optimizar nuestras capacidades cerebrales.
De acuerdo con la última encuesta organizada por la Organización de la Salud, cerca de 785 millones de personas de 15 años a más viven con una discapacidad. La misma estima que del total de personas con discapacidad, el 2,2% tiene dificultades muy significativas de funcionamiento.
Ante esto, resulta importante apoyar a la comunidad con ayuda de la tecnología. Por ejemplo, hoy en día ya existen prótesis de brazos y piernas robóticas que permiten la movilidad de la persona a través de patrones de movimiento que se conectan con los músculos del cuerpo. Más increíble aún, es la existencia de brazos robóticos que pueden ser controlados a través del pensamiento.
La posibilidad de crear ojos biónicos puede resultar inimaginable. Sin embargo, hace unos años se creó Argus II, el cual consta de una cámara de video montada sobre unas gafas que lleva el paciente junto a una unidad de procesamiento de video que analiza las imágenes y envía comandos a una antena situada dentro del ojo del paciente. De esta manera, se conecta la información con el nervio óptico del usuario, generando una visión aceptable para personas con retinosis pigmentaria.
Otro tipo de ojo biónico es el que podría contar con toda la información que ofrece Internet en un lente de contacto. Un equipo de la Universidad de Washington se está encargando de diseñar un lente del tamaño de un iris humano, el cual pueda brindar al usuario información sobre lugares, direcciones por GPS e incluso sobre personas. La pantalla debe ser lo suficientemente pequeña para funcionar sin problemas sobre el ojo, pero con la capacidad de proyectar toda la información deseada.
Teniendo en cuenta que, según la OMS, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de fallecimientos en el mundo, las intervenciones quirúrgicas cardiovasculares pueden resultar comunes. En los últimos años, la empresa Medtronic se encargó de la creación del marcapasos Micra, el cual tiene un tamaño 10 veces menor al de los marcapasos convencionales y puede ser introducido al cuerpo del paciente sin la necesidad de realizar una cirugía. Debido a que no se realiza cirugía, se eliminan las complicaciones que normalmente se pueden dar posterior a una intervención de este tipo.
Cada una de estas innovaciones parecían imposibles de lograr hasta hace algunos años. Sin embargo, ya se están realizando diferentes proyectos por parte de los ingenieros biomédicos del mundo. En ese sentido, formar profesionales en Ingeniería Biomédica puede marcar un futuro importante para la salud en nuestro país. Por esta razón, desde el 2017, la PUCP y la UPCH se han juntado y vienen dictando esta carrera.
La importancia de estudiar IB en Perú
Actualmente, el Perú tiene una realidad que podría cambiarse con el desarrollo de la Ingeniería Biomédica. En el caso del acceso a tecnología médica en las zonas más alejadas del país, la telemedicina sería de gran ayuda. En ese sentido, Benjamín Castañeda, docente de la carrera de IB en la PUCP resalta que “en el país tenemos aproximadamente 400 radiólogos registrados en la Sociedad Peruana de Radiología que atienden a más de 30 millones de personas. Aquí la telemedicina sería una buena forma de arreglar el tema”, aseveró.
Otro campo importante es la detección temprana a través de equipos de imágenes. Por ejemplo, el diagnóstico temprano de la esclerosis múltiple (EM), la principal causa de discapacidad en el mundo, reduce hasta en un 50% la progresión de la enfermedad de acuerdo con Fred Lublin, máximo referente internacional de este mal. Por ello, la capacidad de operar y mejorar equipos de imágenes que incrementen la eficacia para lograr una detección temprana podría reducir aún más el avance de la enfermedad.
De acuerdo a lo expuesto, existen diversas contribuciones de la Ingeniería Biomédica: telemedicina para el acceso a la salud, prótesis, sensores, equipos para centros de salud, aplicaciones o tecnología para análisis clínicos, mejora de diagnósticos de enfermedades, mejora de procesos y protocolos de atención, etc.
Por ello, la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Universidad Peruana Cayetano Heredia, reconocidas universidades peruanas, tiene como objetivo continuar formando a los más de 350 alumnos actuales y recibir a más estudiantes con el propósito de resolver los grandes problemas médicos que son abordadas por sus cuatro especialidades: señales e imágenes biomédicas; ingeniería de tejidos y biomateriales e ingeniería clínica.
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Esta son las fechas de los siguientes exámenes de admisión: 15 de setiembre, 2 de noviembre y 17 de noviembre.