Salud en Casa.- De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud (Minsa), la rinitis alérgica (R.A) afecta al 25% de la población limeña . Esta patología se presenta a través de la hipersensibilidad nasal producida por una respuesta del cuerpo a sustancias desencadenantes (alérgenos) como los ácaros, la humedad, el moho, el pelaje de las mascotas, etc. Sin embargo, ¿de qué manera impactan en la calidad de vida de las personas?
La “Encuesta Internacional sobre el manejo de rinitis alérgica por médicos y pacientes” realizada por la World Allergy Organization (WAO), indica que R.A. impacta en el sueño (61.2%), el humor (59.9%) y la actividad física (49%), de aquellos que la padecen .
El tratamiento a tiempo y adecuado de la R.A. reduce la probabilidad futura de morbilidad y previene el daño constante de la mucosa nasal. El Dr. Carlos Francia, médico otorrinolaringólogo, señala que dicha enfermedad se clasifica según su intensidad en leve, moderada y severa. “Las personas que padecen de R.A. moderada o severa son más propensas a sufrir otras consecuencias, por lo que es de vital importancia recibir tratamiento correcto a través de medicamentos de última generación, que ayuden a mitigar el problema y que no tengan efectos adversos como somnolencia, lo que permitirá que desarrollen sus actividades sin inconvenientes” agregó.
Conforme al estudio realizado por la WAO, la rinitis alérgica afecta la vida diaria de las personas de la siguiente manera:
· Funciones prácticas: trabajo deficiente, déficit en el aprendizaje y baja productividad en actividades regulares.
· Interacción social: actividades al aire libre, salidas con amigos y viajes.
· Bienestar emocional: deporte, actividades en lugares cerrados.
· Actividad económica: gastos directos en tratamientos médicos e indirectos no relacionados a la salud.
· Calidad del sueño: alteraciones y trastornos del sueño, ronquidos y apnea del sueño.
Asimismo, el doctor Francia hizo una distinción de estos efectos según las edades de los pacientes. “Las consecuencias varían de acuerdo a la edad del paciente. Por ejemplo, en los adolescentes se presentan de manera similar a los adultos pero con menores problemas al dormir, además de tos recurrente. En el caso de los niños, tienen menor interferencia en realizar sus actividades cotidianas y no sufren la disfunción emocional de los adultos. Igualmente, pueden tener más energía durante el día, pero presentarán molestias al levantarse”, indica.
El especialista concluye que los doctores tienen que asegurarse de suministrar los medicamentos apropiados para cada tipo de paciente, ya que un mal tratamiento, podría agravar la patología. Resulta importante entonces acudir al médico en caso de presentar los síntomas mencionados.