Agencia Andina.-La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central que puede dañar irreversiblemente el cerebro y la médula espinal, afecta a los jóvenes entre los 20 y 40 años de edad y si no es tratada a tiempo puede desencadenar discapacidad permanente.
Así lo dio a conocer el médico neurólogo César Caparó Zamalloa del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) del Ministerio de Salud (Minsa), quien agregó que al mes se diagnostican una o dos personas con este problema de salud en dicha institución médica.
Explicó que el sistema inmunitario ataca la vaina protectora (mielina) que recubre las fibras nerviosas, lo cual causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. También produce inflamación que genera cicatrices en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal.
La EM no tiene causa definida, pero existen factores que podrían contribuir al desarrollo de la enfermedad y entre estos se encuentran los factores genéticos, estilos de vida (la obesidad infantil está relacionada), la poca exposición al sol, el consumo de tabaco y la ingesta excesiva de sal.
Esta enfermedad se manifiesta de manera diversa, puede presentarse con adormecimiento o debilidad en las extremidades de un lado del cuerpo, pérdida de visión parcial o completa asociada a dolor ocular, visión doble, vértigo, entre otros. La característica principal de la enfermedad es que los síntomas son transitorios, pueden durar algunos días y luego desaparecen por completo.
Durante la evolución de la enfermedad pueden aparecer otros síntomas, como: fatiga, mareos, balbuceo, tartamudez, temblores o la falta de coordinación. Además, la persona con EM puede tener hormigueo y sensaciones de choques eléctricos que se producen cuando se inclina la cabeza hacia adelante.
Cuando no se recibe tratamiento, las personas pueden perder la capacidad de caminar.
Por el momento, esta enfermedad no tiene cura y es considerada la segunda causa de discapacidad en gente joven.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar esta enfermedad, el médico César Caparó indicó que primero se basan en los síntomas antes descritos y para complementar se realiza una resonancia magnética la cual permite visualizar las zonas de inflamación del cerebro. También se realiza punción lumbar y exámenes de sangre para descartar otras enfermedades.
Los tratamientos han demostrado que pueden modificar el curso de la enfermedad. Por ello, si una persona presenta alguno de estos síntomas sin motivo aparente, debe acudir al médico neurólogo para acceder a un tratamiento oportuno.
El galeno recomendó ejercicios cardiovasculares, seguir una dieta balanceada con poca sal, vitamina D, evitar el tabaco, propiciar la lectura, hacer pupiletras y tener actividades sociales.